El 2 de octubre de 2016 queda inmortalizado desde hoy en la historia de Colombia. Este domingo, 6.419.759 ciudadanos le dijeron “No” al acuerdo de paz con las Farc, una decisión con la que el país rechazó el pacto para ponerle punto final al conflicto de 52 años con esa guerrilla. (Vea aquí el especial: A construir la paz)
El acto legislativo con el que se iba a implementar lo pactado con la guerrilla, con un procedimiento legislativo especial que iba a acortar los tiempos para tal fin, fue claro en asegurar que solo se podría reglamentar en tiempo récord el acuerdo en el Congreso si los colombianos lo ratificaban en el plebiscito. Es decir, que el presidente ya no podrá radicar proyectos de ley para darle desarrollo a lo que firmó con la guerrilla.
Por una parte, el Gobierno ha sido reiterativo en asegurar que no puede renegociar con las Farc, mientras que la oposición afirma que sí se puede modificar lo pactado. Carlos Antonio Lozada, jefe guerrillero, dijo en la Décima Conferencia de las Farc que “no existe la más mínima posibilidad de que lo acordado en La Habana sea renegociado; lo acordado, acordado está y no existe esa posibilidad”. Y ante la posibilidad de que ganara el no, el miembro del secretariado de las Farc respondió: «no significa que eso tenga que dar al traste con el proceso, porque la paz como derecho síntesis no puede llevarnos a tomar esa decisión de seguir con una guerra tan dolorosa”.
«Si gana el no en el plebiscito, se acaba el proceso de paz», afirmó en días anteriores el senador de la U Roy Barreras, descartando así la posibilidad de volver a sentarse en la mesa a renegociar.
Para esta jornada de plebiscito, el “No” necesitaba como mínimo los votos del 13% del censo electoral para ser tenido en cuenta, es decir, 4.536.992. En una dura competencia, el “Sí” alcanzó el 49,76% de los votos.
La votación estuvo empañada en la región Caribe, donde las lluvias por el huracán Matthew impidieron que muchas personas salieran a ejercer su derecho al voto. Las fuertes precipitaciones afectaron a 4 millones de potenciales votantes. Las autoridades en La Guajira cancelaron la jornada en los 15 puestos ubicados en la Alta Guajira, donde no se pudo llegar a causa de las difíciles condiciones climáticas.
La pregunta que respondieron los colombianos fue: «¿Apoya usted el acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera?». «La paz es el camino. Todos los colombianos debemos ser protagonistas de este cambio histórico», dijo Santos esta mañana al votar en el centro de Bogotá.
«La paz es ilusionante, los textos de La Habana decepcionantes», dijo esta mañana el senador Álvaro Uribe, para quien el acuerdo otorga impunidad a los guerrilleros y encamina al país hacia el «castrochavismo» de Cuba y Venezuela.
Ganó el odio
«Ganó el odio, ganó el odio a las Farc», dijo a la AFP Jorge Restrepo, director del centro de análisis Cerac. «Quedamos sumidos en una profunda crisis política y con unas consecuencias económicas muy negativas», agregó.
Ahora son las Farc las que «decidirán si siguen con el desarme, la reintegración y el cese el fuego bilateral», dijo, en alusión al proceso iniciado con supervisión de las Naciones Unidas en cumplimiento de lo estipulado en el marco del acuerdo ya sellado.
En la sede de la campaña por «Sí», en el emblemático hotel Tequendama en el centro de Bogotá, se vive un clima de luto.
El acuerdo preveía Farc ingresarán a la política legal. Sus 5.765 combatientes, según cifras de la guerrilla, debían concentrarse en 20 zonas para su desarme y posterior reinserción a la vida civil, un proceso de seis meses que sería supervisado por las Naciones Unidas.
«Sabemos que hemos cometido errores, ofrecemos perdón a toda Colombia», indicó este domingo el grupo rebelde en su cuenta en Twitter.