Las fallas de Valencia, la rumba cubana y el merengue de la República Dominicana sedujeron con sus ritmos y contoneos sensuales a la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), que las ha declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
La música latinoamericana fue una de las notas más sonoras de la jornada de deliberaciones del Comité intergubernamental de la Unesco reunido en Adis Abeba, que también acordó proteger a la cultura de la cerveza belga, entre otros.
En cuanto a las fiestas de las Fallas de Valencia, España, que se celebra entre el 14 y 19 de marzo, el Comité de la Unesco destacó que «transmitida en el seno de las familias, la práctica de esta festividad cultural refuerza la cohesión social y propicia la creatividad colectiva de las comunidades».
«Para simbolizar la purificación y renovación primaverales de la actividad social de las comunidades, las fallas se erigen en las plazas de la ciudad entre el 14 y el 19 de marzo y se les prende fuego este último día, que marca el fin de las festividades», explicó.
Junto a estos tres elementos culturales, también accedieron a la nominación la cerveza de Bélgica, el carnaval de Granville en Francia y la celebración del Año Nuevo en varios países de Asia Central, entre otros.