¿La realidad virtual suplantará el cine tradicional?», se preguntaban expertos.


Por: Niky Cuervo

Desde viajar al espacio con el astronauta francés Thomas Pesquet hasta encararse a una cobra o rodar con Bela Lugosi, el legendario Drácula, la realidad virtual pisa fuerte en el Festival de Cannes, aunque sea (por ahora) fuera de competición.

En 2017, la VR (Virtual Reality) estuvo presente en la selección oficial con «Carne y Arena», una inmersión en el infierno que viven los migrantes mexicanos que tratan de cruzar la frontera con Estados Unidos, realizado por Alejandro González Iñárritu.

Aunque este año no ha tenido el mismo lugar de honor, la realidad virtual ocupa un buen sitio en el Mercado del Filme, donde se hacen las demostraciones tecnológicas y se concluyen las ventas, con cerca de 150 cortos y medio metrajes.

En la playa del Majestic, «The Wild Immersion» conduce al espectador a una reserva virtual. A través de un casco de realidad virtual, sentado en un asiento giratorio, el espectador se ve rodeado de cobras, elefantes y tiburones.

En total, Adrien Moisson, exveterinario y publicista, rodó durante un año, en colaboración con el Instituto Jane Goodall, con un objetivo: informar sobre el estado de la vida salvaje y alertar sobre las especies en vías de desaparición.

«The Wild Immersion» se estrenará antes de fines de 2018 en París, Shenzen (China), Hong Kong, Londres, Los Angeles y Montreal.

En un apartamento en Cannes, a pocos metros del Palacio de Festivales, el ambiente recuerda un filme de horror de los años 50.

Con el estudio francés DVgroup, es posible asistir al rodaje de una escena donde Bela Lugosi mira solo en su casa una de las cintas de Drácula que lo consagraron. Lugosi revive mediante un actor y la tecnología Motion Capture. Una docena de cámaras graba la escena, pero no captan las imágenes sino el volumen del plató.

Tras ser grabada, ya se puede visionar con una simple tableta y, con un casco de realidad virtual, incluso entrar en la escena y sentarse al lado de Bela Lugosi.

Dentro del Palacio de Festivales, es posible ir al espacio, «en la piel de Thomas Pesquet», gracias a una tecnología desarrollada por la empresa francesa e6Lab.

Equipado con seis servomotores (motores que pueden ubicarse en cualquier posición), el asiento en el que se instala el espectador reproduce los choques y las vibraciones vividas por el astronauta francés.

Aunque las imágenes son de Pesquet, los movimientos han sido modelizados. «Hemos creado una mesa de mezclas que nos permite simular el mínimo movimiento en seis dimensiones», explica Olivier Chalumeau, cofundador de la empresa francesa Optima Reality.

Actualmente existen una multitud de artículos relacionados con la realidad virtual: los cascos sin hilo de Lenovo, los cascos Oculus de Facebook, asientos que reproducen el movimiento, joysticks.

«En la VR, los profesionales del cine han pasado del periodo de descubrimiento a una nueva etapa (…) probando diferentes formas de difusión», explica a la AFP Jérôme Paillard, director del Mercado del Filme, donde esta tecnología empezó a exhibirse en 2016.

Le puede interesar: Gafas de realidad virtual a bajo costo, la nueva apuesta de Facebook

«¿La realidad virtual suplantará el cine tradicional?», se preguntaban varios expertos en una conferencia sobre el mercado del cine. «El cine nunca ha hecho marcha atrás», considera Olivier Chalumeau. «Integrará este nuevo dato, como lo hizo con el cine hablado y las imágenes de síntesis».

Sobre El Autor

Periodista: director de los programas El Café Mañanero y Latino Deportes de Latino FM.