El refrán de «a quien madruga Dios le ayuda» no se cumplió en esta ocasión. Una mujer de 60 años fue víctima de un secuestro exprés en Ibi cuando se dirigía a misa el pasado domingo a las ocho de la mañana. El asaltante se la llevó en un coche y tras robarle tan sólo 30 euros liberó su víctima a más de diez kilómetros del lugar del rapto. La Guardia Civil pudo identificar al sospechoso gracias a la colaboración ciudadana y procedió a su detención en Benidorm. Tras pasar a disposición judicial el acusado, un hombre de 42 años y nacionalidad española, quedó en libertad con cargos, según informó ayer la Comandancia de Alicante.

El insólito suceso se produjo sobre las ocho de la mañana del pasado domingo en el municipio de Ibi. Una mujer 60 años se dirigía caminando hacia una iglesia para asistir a misa y en el trayecto se percató de que había un hombre dentro de un vehículo que se le quedó mirando a través de la ventanilla.

En unos segundos el hombre salió de su vehículo y agarró a la mujer por la espalda mientras le cruzaba los brazos para inmovilizarla. La mujer intentó zafarse de su agresor pero esté logró meterla a la fuerza en el turismo. Según la Guardia Civil, la mujer quedó atrapada en el hueco de separación de los asientos y no podía incorporarse. El secuestrador arrancó rápido el coche y emprendió la huida a toda velocidad.

Minutos de angustia
Fueron unos minutos de verdadera angustia para la mujer y después de recorrer más de diez kilómetros el asaltante detuvo su vehículo. A continuación le quitó el dinero que llevaba, que ni siquiera llegaba a los 30 euros, y dejó salir a la mujer.

Una vez que salió del coche la mujer quedó desorientada y aturdida por la tensión de la angustiosa situación vivida, según pudo comprobar la Guardia Civil en grabaciones de cámaras de vigilancia de la zona.

Los trabajadores de un bar cercano al lugar donde la mujer fue liberada por el secuestrado auxiliaron a la víctima y la trasladaron hasta la iglesia de Ibi donde tenía pensado acudir cuando fue asaltada. Una vez en la iglesia se hicieron cargo de ella unos conocidos que la condujeron hasta un centro de salud para ser examinada de las lesiones sufridas al forcejear con su secuestrador.

La Guardia Civil fue alertada del suceso y comenzó las pesquisas para identificar al asaltante. La colaboración ciudadana fue fundamental en la resolución del caso, ya que gracias a los continuos gritos de la mujer durante el forcejeo unos vecinos anotaron la matrícula del vehículo donde se la llevaron a la fuerza.

Esto facilitó la labor de los agentes para identificar y localizar al secuestrador, que estaba domiciliado en Benidorm. Por ello, agentes del Área de Investigación de la Guardia Civil de Ibi se trasladaron hasta la ciudad benidormí y arrestaron a un hombre de 42 años por los delitos de detención ilegal, robo con violencia e intimidación y lesiones.

El detenido fue conducido a dependencias de la Guardia Civil, donde se instruyeron las diligencias antes de ponerlo a disposición judicial. Tras declarar en el juzgado de guardia quedó en libertad.

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